ALTERNATIVAS AL AVIÓN

El transporte terrestre, ya sea en tren o por carretera, ofrece ventajas con respecto a los desplazamientos en avión que pueden convertirlo en una alternativa a tener en cuenta en la reactivación de los eventos, convenciones y viajes de incentivo tras la pandemia de Covid-19.
2 de enero de 2021

Por Cristina Cunchillos

La supresión de la movilidad ha sido una de las principales medidas adoptadas en todo el mundo para limitar los contagios de Covid-19. No solo se cancelaron vuelos sino que se suspendieron, total o parcialmente, los viajes en tren, además de reducirse drásticamente el tráfico por carretera. La pandemia afectó por igual a todos los medios de transporte.

Poco a poco, vuelven a operar con mayor normalidad los servicios de transporte por tierra, mar y aire. Pero la demanda por parte de los organizadores  de convenciones, eventos e incentivos aún es baja. Muchos no se atreven todavía a compartir un espacio cerrado, sobre todo la cabina de un avión, durante varias horas por miedo al contagio, a pesar de los protocolos sanitarios implementados. Muchas empresas directamente siguen restringiendo los viajes de sus trabajadores.

Cuando los desplazamientos profesionales son inevitables, se prefiere hacerlos en vehículo propio, considerado hoy por hoy el medio más seguro al ofrecer un espacio privado. También está aumentando el alquiler. Según la empresa de estudios de mercado SpendEge, se prevé un crecimiento del mercado global de alquiler de vehículos del 8,96% entre 2020 y 2024, con un aumento del gasto de más de 45 billones de dólares.

Conforme avance la recuperación del sector MICE se incrementarán los desplazamientos de larga distancia, para los que conducir el vehículo propio no es una opción. El transporte por tierra puede verse beneficiado, convirtiéndose en una alternativa preferible al aéreo y por varios motivos:

– Sostenibilidad: el transporte terrestre, sobre todo el tren, es mucho menos contaminante que el avión cuando la protección del medioambiente es una preocupación creciente entre las nuevas generaciones de profesionales. La tendencia que comenzó con los millennials –una capa de la población que ahora ocupa ya cargos directivos y son responsables de las políticas de la empresa– se acentúa más con la generación de centennials, que ya entra de pleno en el ámbito laboral.

Ya antes de la pandemia se había empezado a extender el fenómeno conocido como “vergüenza de volar”. Una mayor concienciación del impacto negativo de las emisiones de carbono de los aviones lleva a cada vez más gente a replantearse la necesidad de volar y buscar otras alternativas más ecológicas. La oportunidad para el transporte por tierra es evidente.

Tanto los trenes como los automóviles son cada vez más sostenibles. Los antiguos ferrocarriles de diésel se han ido reemplazando por trenes híbridos y eléctricos, menos contaminantes. Los operadores europeos SNCF, Renfe, Deutsche Bahn y Ferrovie dello Stato pactaron la eliminación total del gasóleo en sus flotas en 2035. España ha ido por delante de otros países como Francia, por ejemplo, donde el modelo híbrido se aplicará por primera vez a los trenes regionales en 2022.

España va aún más lejos. Talgo espera lanzar en 2023 un nuevo modelo de tren, el Talgo Vittal One, propulsado por hidrógeno. Se utilizarán fuentes de energías renovables como la solar fotovoltaica o la eólica para la producción de hidrógeno, que se almacenará en pilas que impulsarán los motores eléctricos del tren.

Para el transporte por carretera existen cada vez más opciones de vehículos híbridos y eléctricos, también para los viajes en grupo. Car-bus.net ha lanzado el nuevo modelo de microbús eURBAN, 100% eléctrico, con capacidad para 22 pasajeros, que puede utilizado como transfer para moverse por la ciudad generando menos emisiones nocivas. 

Seguridad

El transporte por tierra también es seguro. No solo por la baja incidencia de accidentes (en 2019 no se registró en España ningún fallecido en accidentes de autocar), sino por la protección sanitaria que ahora ofrecen a los pasajeros.

Según un estudio del organismo de seguridad ferroviaria del Reino Unido, el riesgo de contraer Covid-19 mientras se viaja en tren es inferior al 0,01%, y aún menor, un 0,005%, si se viaja con mascarilla.

Tanto los operadores de trenes como los de autocares, autobuses y microbuses, han implementado estrictos protocolos de seguridad que incluyen desde dejar plazas libres para asegurar la distancia entre pasajeros y la exigencia de mascarillas, a sistemas de purificación y renovación constante del aire interior durante el viaje. Alsa ha instalado nuevos filtros de carbón que eliminan el 99% de partículas, así como equipos de purificación del aire a través de ozono e ionización, que destruyen contaminantes biológicos como bacterias y virus.

Para transmitir esa seguridad a los pasajeros cada vez más empresas optan por la certificación. Alsa y Avanza en España, y Mobility ADO en México, han recibido la certificación de AENOR (Asociación Española de Normalización) que garantiza que se han implementado los debidos protocolos de higiene controlada para proteger a los viajeros de contagios de Covid-19. 

Otros proveedores de vehículos para eventos, congresos e incentivos, como Autocares Juliá en España, han obtenido la certificación Safe Travels, otorgada por el World Travel & Tourism Council en reconocimiento de los protocolos de viaje seguros a nivel internacional. 

Además de las medidas de higiene, otra ventaja del transporte terrestre frente al aéreo es la posibilidad de privatizar vagones o vehículos para el transporte de grupos corporativos, evitando compartir el espacio con personas ajenas a la empresa y ofreciendo mayor control sobre la seguridad de los pasajeros. El coste es también mucho menor que el chárter de un avión.

Por ejemplo, se puede privatizar un vagón del AVE (Alta Velocidad Española) para un grupo corporativo de ocho personas, incluso un tren entero para grupos mayores, si se reserva con suficiente antelación. También alquilar equipo audiovisual y celebrar una reunión o evento durante el viaje.

Accesibilidad

Ya antes de la pandemia había una tendencia creciente a buscar destinos alternativos y ciudades de tamaño medio para la celebración de eventos, convenciones o incentivos. 

También se buscaban cada vez más los venues en entornos rurales, donde los grupos podían combinar su reunión con actividades al aire libre. Es una tendencia que sin duda seguirá creciendo mientras se produzca la recuperación del MICE, con empresas más concienciadas por la salud y el bienestar de sus empleados.

Esta preocupación, junto con una previsible reducción de los presupuestos por el impacto económico del Covid-19 en las empresas, hará que los desplazamientos sean limitados, al menos a corto plazo, y se busquen destinos más cercanos. 

Según una encuesta de GBTA (Global Business Travel Association), el 63% de los travel managers europeos considera que los viajes internacionales de larga distancia tardarán entre diez y 24 meses en alcanzar al menos el 50% del nivel de 2019. Para llegar a esos destinos más cercanos, o incluso a los enclaves rurales más apartados, el transporte por tierra es sin duda el más apropiado.

Evolución de la oferta

En Europa, la oferta ferroviaria es la que más se ha desarrollado en los últimos años para competir con el sector aéreo, sobre todo con la expansión de redes de alta velocidad que permiten acortar los trayectos y ofrecen mayor comodidad a los viajeros corporativos, aunque a un coste mayor que el tren tradicional. Este aspecto también va a cambiar con la introducción este año de nuevos servicios de alta velocidad que aplican el modelo low cost que antes se instauró en el sector aéreo.

En España, la liberalización del sector ferroviario entró en vigor el pasado 15 de diciembre acabando con el monopolio de la operadora pública, Renfe, en el mercado de la alta velocidad. La primera empresa en aprovechar este nuevo marco será el operador ferroviario francés SNCF, que lanzará su nueva línea de alta velocidad low cost Ouigo en mayo de este año. 

Ouigo ofrecerá cinco trayectos diarios en la línea Madrid-Barcelona, haciendo parada en Zaragoza y Tarragona, y espera añadir conexiones entre la capital y Valencia, Alicante o Málaga este año, mientras que la conexión con Andalucía no será hasta el 2022. 

Los billetes se pusieron a la venta en diciembre, con una tarifa base de nueve euros, incluyendo equipaje de mano y en cabina y flexibilidad para cambios hasta el día previo al viaje. Por otros nueve euros, la opción Ouigo Plus permitirá elegir asiento, con la posibilidad de optar por asientos XL con más espacio, así como equipaje adicional. 

Renfe, por su parte, tenía previsto el lanzamiento de AVLO, su nuevo servicio de tren de alta velocidad a bajo coste, en abril de 2020, pero la pandemia del Covid-19 forzó a posponerlo. La operadora ferroviaria española ha indicado que no se estrenará a corto plazo, o al menos hasta que no se recupere la demanda. Según una encuesta de Renfe realizada el pasado mes de noviembre, solo el 6% de los ciudadanos españoles planea viajar a corto plazo por lo que sus planes se han adaptado a esta estimación.

La primera línea de AVLO cubrirá la ruta Madrid-Zaragoza-Barcelona utilizando trenes Talgo serie 112 con 438 plazas en una única clase, lo que supone un 20% más de capacidad que otros trenes de este modelo al suprimirse la clase preferente y el vagón de cafetería. En su lugar, los viajeros podrán comprar alimentos y bebidas en máquinas expendedoras. 

Aunque SNCF y Renfe competirán con estos nuevos servicios, también colaboran en el marketing de su oferta combinada de alta velocidad entre Francia y España  a través de Elipsos (Renfe -SNCF en Cooperación). La red de AVE en España, que actualmente cuenta con 16 rutas, también continúa creciendo.  

En los próximos años llegará hasta Santander, Orense y las capitales del País Vasco. También se extenderá la línea en Madrid para llegar a la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, facilitando así que los pasajeros que lleguen por aire puedan hacer la conexión hacia otras ciudades españolas por tren evitando en consecuencia los vuelos de corto radio. 

Por último, el grupo integrado por Trenitalia y la española ILSA también espera operar trenes de alta velocidad a bajo coste en 2022. No se conoce todavía el nombre comercial del nuevo servicio, cuya flota contará con 23 trenes y capacidad para 450 pasajeros. Inicialmente cubrirá las rutas Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia-Alicante y Madrid-Sevilla-Málaga.

También se recuperan los trenes nocturnos, una forma cómoda de cubrir largas distancias. Los operadores ferroviarios estatales de Francia, Suiza, Alemania y Austria presentaron recientemente su proyecto Nightjet, una red que conectará trece ciudades con servicios ferroviarios de largo recorrido en los que los pasajeros podrán dormir con comodidad y todas las garantías sanitarias, en camarotes individuales o para dos personas. 

La primera fase, a partir de finales de este año, incluirá la ruta Zúrich-Colonia-Ámsterdam. En diciembre de 2022 se conectará Zúrich con Roma, mientras que en 2023 llegarán nuevas líneas que conectarán Berlín con París y Bruselas. La red no llegará a España hasta diciembre de 2024, con la ruta Zúrich-Barcelona.

En Latinoamérica, por el contrario, el tren de alta velocidad sigue sin existir, pese a los proyectos en México, Chile y Argentina. La oferta mejorará en los próximos años con el desarrollo previsto de un Corredor Ferroviario Bioceánico para pasajeros y mercancías, que conectará los océanos Atlántico y Pacífico en un recorrido de 3.858 kilómetros entre Brasil, Bolivia, Paraguay y Perú. También se está estudiando otro corredor que conecte Brasil, el norte de Argentina y Chile.

En la actualidad, la principal alternativa a los vuelos para los grupos corporativos son los viajes por carretera con empresas como Andesmar o Mobility ADO. 

El Grupo Andesmar, que opera en Chile y Argentina, permite la contratación de sus autobuses para viajes privados en grupo a cualquier destino en el país, o para traslados a eventos. Se puede agregar un servicio de comida y refrigerios a bordo, así como combinarlo con el alquiler de vehículos más pequeños para un transporte más personalizado.

El Grupo Mobility ADO, por su parte, es líder en la movilidad de grupos del segmento MICE en México a través de su marca de renta de autobuses, Autotur, que cuenta con las certificaciones de AENOR y Safe Travels. Habitualmente atiende los eventos corporativos anuales más importantes del país, tanto en la capital como en otros destinos como Cancún, Acapulco, Mérida o Puebla.

En México, como en muchos otros países del mundo, no se prevé el regreso de grandes eventos presenciales que requieran el transporte de grupos hasta la segunda mitad de 2021. 

Pero, tanto en Europa como en Latinoamérica, los operadores de transporte por tierra, sea en carretera o en tren, están preparados para aceptar el reto de convertirse en una alternativa sólida cuando se produzca la ansiada recuperación del MICE.

Para este tema hemos entrevistado a:

Alejandra Vitoria Responsable de Mercados Internacionales en Elipsos (Renfe -SNCF en Cooperación)
“El tren siempre ha gozado de una mayor percepción de seguridad”

Ricard Lozano Director Comercial y Marketing en OUIGO
“Las salidas y las llegadas se hacen de centro de cada ciudad”

Natalia Martín Responsable Comercial de Servicios Discrecionales en Alsa
“El autobús permite la personalización con un servicio puerta a puerta”

Kimberly Woods Responsable de Comunicación y Relaciones Públicas en Amtrak
“El tren es la mejor opción para reducir el impacto ambiental”

Luis Orive Gerente Comercial de la División Largo Recorrido en Avanza
“Para las zonas rurales el transporte por carretera es la única opción”

Irantzu Macua Gerente de Gestión y Fidelización de Clientes en Renfe
“La alta velocidad y la sostenibilidad convierten al tren en líder”

 

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