Por Cristina Cunchillos
Romanos, judíos, musulmanes, cristianos… todos han pasado por Córdoba (España) y dejado su marca en la ciudad andaluza. Estas cuatro culturas han perfilado el carácter abierto de la ciudad, un lugar donde se mezclan diferentes ideas e influencias.
La ciudad cuenta con un nuevo centro de exposiciones, un renovado palacio de congresos, variados espacios para eventos y una amplia oferta hotelera. A esto hay que sumar otro cuarteto inigualable: los cuatro monumentos y tradiciones declarados Patrimonio de la Humanidad por UNESCO: su casco histórico, la Mezquita-Catedral, la Fiesta de los Patios y el Palacio Califal de Medina Azahara.
Lo único con lo que Córdoba no cuenta aún es con buena conectividad aérea. El aeropuerto no recibe vuelos comerciales, aunque se espera que empiecen a operar algunas rutas nacionales e internacionales en un breve plazo de tiempo.
Esta carestía se suple con una excelente red de conexiones por tren de alta velocidad que conectan el destino con ciudades como Madrid, Sevilla, Málaga, Zaragoza y Barcelona. Desde la capital española se llega en apenas hora y media de viaje. Desde el pasado mes de abril, el trayecto desde Madrid se puede realizar también con el operador ferroviario de bajo coste Iryo, cuya ruta se suma a las ya ofrecidas por Renfe a través de AVE (Alta Velocidad Española).
Centro histórico
Fundada en el siglo II a.C. en un emplazamiento elegido por su estratégica ubicación, Córdoba fue capital de la Hispania Bética romana y posteriormente del estado musulmán Al-Ándalus.
La ciudad floreció durante el Califato de la dinastía Omeya, autoproclamado por Abderramán III en el siglo X, y continuó bajo dominio musulmán hasta su liberación por las tropas cristianas de Fernando III en el siglo XIII. La libertad de culto permitida hasta el siglo XV condujo al asentamiento de una considerable comunidad judía en las calles de lo que fue antiguamente la medina medieval.
El legado de estas culturas se respira en cualquier paseo por el casco histórico. Restos de las murallas romanas se alinean junto a los de los baños árabes que forman parte del llamado Alcázar Califal, posteriormente integrado en el actual Alcázar de los Reyes Cristianos, a orillas del río Guadalquivir.
Los grupos pueden visitar esta fortaleza para admirar vestigios de distintas épocas. Desde noviembre se ofrece por las noches un espectáculo de luces y sonido en los jardines.
En ningún sitio se aprecia tanto la yuxtaposición de culturas como en la famosa Mezquita-Catedral. Erigida en el siglo VIII sobre un antiguo templo visigodo, la mezquita se fue ampliando hasta ser la mayor del mundo en su época, con capacidad para recibir 20.000 fieles. Hoy en día sigue sorprendiendo por sus dimensiones: 180 metros de largo y 130 de ancho.
Tras la Reconquista de la ciudad por parte de la corona española, los reyes cristianos no quisieron destruir una obra de tal belleza e integraron allí su catedral. Hoy sigue funcionando como lugar de culto en un espacio realmente sorprendente y único en el mundo.
La visita de esta maravilla arquitectónica y cultural es imprescindible en cualquier programa MICE en Córdoba. Si el paseo por su interior durante el día ya da lugar a experiencias inolvidables, la visita nocturna es aún más llamativa. Se disfruta de un espectáculo lumínico que realiza un recorrido por la historia del edificio.
Oferta MICE
La Mezquita-Catedral es lo primero que ven los delegados al salir del Palacio de Congresos de Córdoba, cuya ubicación no podría ser más céntrica. Ocupa un edificio del siglo XVI que albergó el Hospital de San Sebastián y posteriormente una «casa-cuna» para niños huérfanos o abandonados.
El majestuoso pórtico gótico que da paso a la antigua capilla del hospital se utiliza como entrada noble para eventos VIP. En el interior se pueden apreciar diferentes restos del alcázar andalusí.
Tal es la importancia artística e histórica del edificio que se abre también al público general. En marzo se completó un exhaustivo programa de rehabilitación de sus instalaciones, sumando tras el proceso una nueva sala de exposiciones que albergará una experiencia audiovisual inmersiva inspirada en la historia de la ciudad.
Ofrece 5.000 m² de superficie para eventos, incluyendo once salas y cuatro patios internos cubiertos. El Patio Mudéjar, antiguo claustro del hospital, puede acoger un cóctel con 400 invitados, mientras que en la restaurada sala Julio Romero de Torres –en la antigua enfermería–, se puede hacer una presentación para 150 participantes entre frescos originales del siglo XVI.
Cuenta también con un moderno auditorio polivalente con capacidad hasta 755 delegados.
En abril del año pasado fue inaugurado un nuevo espacio gastronómico, El horno de Mel, que ocupa otro de los patios. Decorado con obras del escultor cordobés Aurelio Teno y un vistoso jardín vertical, ofrece sofisticados menús con productos de la tierra y tiene capacidad para 50 comensales (80 si se combina con la cafetería).
Desde octubre, la oferta MICE de la ciudad incluye el nuevo Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba (CEFC), un moderno edificio de 12.000 m² en las afueras de la ciudad y construido en base a un diseño sostenible.
Un total de 6.000 ventanales de diferentes tamaños rompen el blanco de sus muros. Los lucernarios ajustables de los techos confieren abundante luz natural al interior. Una instalación de placas solares cubre las necesidades energéticas.
Su interior, un espacio diáfano de 4.648 m² y 12 metros de altura, se puede panelar según las necesidades del evento en 16 configuraciones diferentes, climatizando cada zona de manera independiente. Cuenta con gradas retráctiles que permiten crear un auditorio con capacidad para 2.680 delegados.
El balcón de la planta superior ofrece 2.100 m² para exposiciones y grandes eventos. La entreplanta cuenta con seis salas de trabajo de diferentes capacidades. El centro tiene previsto colaborar con una empresa de residuos local para el reciclaje de desechos.
Venues singulares
Córdoba cuenta también con venues históricos para eventos como el Real Círculo de la Amistad, un club privado y sede cultural fundado en 1854 en un antiguo convento del siglo XVI. Aquí se reunían los intelectuales de la época y la alta sociedad cordobesa, además de recibir a prestigiosos visitantes de los ámbitos cultural, artístico y político, incluyendo a reyes y príncipes o científicos como Alexander Fleming. Hoy día sigue ofreciendo un programa de actos culturales, abierto a quienes no son socios del club.
En sus épocas de mayor esplendor fue sede de bailes de sociedad, declamaciones de poesía, sesiones de teatro o conciertos de artistas como Isaac Albéniz. Actualmente, el grandioso salón diáfano de techos altos, decorado con espectaculares candelabros, espejos y obras de arte, se sigue utilizando para cenas de gala con 500 invitados y todo tipo de eventos, incluida la presentación de automóviles.
Varias salas con capacidades de 45 a 80 personas en teatro se pueden reservar para presentaciones o encuentros privados. El antiguo claustro del convento, ahora cubierto, puede ser utilizado para cócteles de hasta 370 invitados. Abundan las obras de arte, incluyendo los seis lienzos del renombrado pintor local Julio Romero de Torres que rodean la elegante escalinata central.
El Real Círculo de la Amistad contaba con su propia caseta en la Feria de Córdoba que antaño se celebraba en los Jardines de la Victoria. Hoy esa elegante estructura de hierro forjado es la sede del Mercado Victoria, un espacio gastronómico con más de 20 puestos de comida, donde los grupos pueden degustar tanto platos típicos cordobeses como cocina internacional.
Se celebran eventos privados con hasta 300 invitados de pie en diferentes áreas, tanto en el interior como en su terraza. El grupo Cabezas Carmona gestiona varios restaurantes en el casco histórico con opciones pensadas para los grupos MICE, como Casa Pepe de la Judería. Galardonado con un sol Repsol, ofrece platos tradicionales con un toque vanguardista en una típica casa del barrio judío cordobés con varias salas en torno a un patio. El restaurante tiene capacidad máxima para 154 comensales.
En 2021, el grupo estrenó su primer espacio para eventos: la Hacienda Santa María, en el próspero barrio El Brillante, a los pies de la sierra. Rodeada de naturaleza, cuenta con dos amplios salones en los que se puede celebrar desde banquetes con 400 comensales a una presentación para 100 personas. Los jardines pueden acoger un cóctel con 700 invitados. Los eventos se amenizan con actuaciones de flamenco. También se organizan actividades de team building: desde clases de yoga a talleres de coctelería.
Oferta hotelera
Córdoba cuenta con dos hoteles de cinco estrellas: el Eurostars Palace de 162 habitaciones, apodado como «el oxidaíto» por su curiosa cubierta de acero que asemeja una caja oxidada, tiene ocho espacios para eventos, con capacidad hasta 200 personas en teatro.
El hotel boutique Hospes Palacio del Bailío, de 53 habitaciones, ocupa una antigua casa palaciega del siglo XVI.
El acceso se realiza a través del elegante zaguán abovedado por donde entraban los carruajes. Bajo su restaurante se pueden ver los restos de una villa romana del siglo I, incluyendo el mosaico que decoraba su patio.
En el patio principal se conservan pinturas murales del siglo XVIII que decoran los banquetes para 120 comensales. La bautizada como Biblioteca Mudéjar es un acogedor espacio inspirado en la capilla absidal que alberga el mihrab de la Mezquita donde celebrar pequeñas reuniones.
En 2024 se espera duplicar el número de hoteles de máxima categoría con la reforma del NH Collection Amistad Córdoba, que pasará de cuatro a cinco estrellas. También se sumará a la planta hotelera más exclusiva una propiedad de Zizai Hoteles con 19 habitaciones en la icónica Calleja de las Flores, famosa por sus pintorescos maceteros y vistas a la Catedral.
La cadena andaluza Maciá Hoteles cuenta con dos propiedades en Córdoba: el Castillo de la Albaida, en las afueras, y el hotel Maciá Alfaros, de 144 habitaciones, en el centro. La decoración de este último hace un guiño a la cultura andalusí, con arcos de herradura inspirados en la Mezquita y lámparas de cristal de colores en los pasillos. Cuenta con varios espacios modulables para eventos, incluyendo el salón Azahara con capacidad para 100 personas en teatro. Como curiosidad, contiene restos de la muralla romana.
Al otro lado del Guadalquivir, el hotel Hesperia Córdoba ofrece excelentes vistas del centro histórico, con la Sierra Morena de fondo y el icónico Puente Romano delante. Los huéspedes pueden disfrutarlas desde buena parte de sus 152 habitaciones y desde la azotea, donde se puede organizar un cóctel con 250 invitados. Cuenta también con ocho salas de reuniones con capacidad máxima para 220 personas en teatro.
Desde la colina opuesta, las mejores vistas panorámicas se disfrutan desde el Parador de la Arruzafa, que ofrece 94 habitaciones y suites. El edificio de 1960 se construyó sobre el terreno que albergó el palacio de verano de Abderramán I. Se cuenta que aquí se plantaron las primeras palmeras de Europa. Parte de este palmeral se conserva aún en los 40.000 m² de jardines en los que se programan gincanas y talleres gastronómicos.
Alejado del centro, el hotel cuenta con su propio palacio de congresos con entrada independiente y cinco salones, que se pueden dividir en hasta nueve espacios diferenciados. El mayor tiene capacidad para 550 personas en teatro y acceso a la terraza. En el salón de la planta baja, de 262 m² y con porche exterior, se celebran exposiciones.
Los grupos pueden visitar los restos de una cueva-cantera romana en el subsuelo del hotel, y próximamente podrán alquilar bicicletas para explorar los alrededores. Anexo al Parador, el campo Arruzafa Golf, de nueve hoyos, ofrece otra opción para complementar los eventos que aquí se celebran.
Experiencias cordobesas
En los programas no suele faltar un paseo por la Judería, con sus callejuelas de casas encaladas y suelos empedrados con el típico «chino cordobés», o una ruta para admirar la exuberante decoración floral de los típicos patios cordobeses, legado de la cultura andalusí.
Otra experiencia típica y única es la sesión en un baño árabe. El Hammam Al Andalus se puede reservar para grupos de hasta 30 personas. Tampoco puede faltar el flamenco, ya sea a través de una visita al museo del Centro Flamenco Fosforito o una cena espectáculo en una taberna tradicional.
El receptivo Woow Córdoba ofrece visitas a talleres de artesanía tradicional andalusí. En la Casa Museo del Guadamecí Omeya los grupos pueden ver el trabajo del cuero en el cordobán (piel curtida de cabra) y el guadamecí (cueros decorados con imágenes realizadas con diminutas teselas de colores sobre una fina capa de plata).
También pueden aprender sobre la técnica de la filigrana califal en la Platería Califal. Aquí se siguen preservando técnicas que rememoran el complejo trabajo de la plata de inspiración musulmana.
Estas visitas se combinan con una ruta gourmet por la Axerquía, el la que fuese la zona menos noble de la medina medieval. Aquí se pueden probar platos típicos como el salmorejo, el flamenquín o el rabo de toro, en típicas tabernas frecuentadas por los locales, como la de la Sociedad Plateros de San Francisco.
En entornos naturales
La proximidad de la Sierra de Córdoba (parte de la cordillera de Sierra Morena) hace muy fácil incorporar actividades en plena naturaleza en los programas de incentivo. A escasos metros del Parador de Córdoba, por ejemplo, se encuentra el punto de partida de diferentes rutas de senderismo como la llamada Ruta de las Ermitas.
El recorrido asciende por la montaña y conecta trece ermitas y miradores con vistas panorámicas del valle del Guadalquivir. Un curso de orientación en la sierra puede ser también una interesante opción de team building en la naturaleza.
En los programas de incentivo se suele incluir la visita al conjunto arqueológico de Medina Azahara, a apenas media hora por carretera del centro de Córdoba. La «ciudad brillante», fue construida por orden de Abderramán I a los pies de la sierra en tan solo tres años.
Sucumbió a invasiones y saqueos apenas 70 años más tarde. Entre las ruinas del alcázar califal y los edificios administrativos y residenciales de la medina, se conservan varios pórticos con delicada decoración de atauriques (ornamentación árabe de tipo vegetal). El llamado Salón Rico, el más suntuoso del complejo, reabrirá este año tras su restauración.
Cultura andaluza
Córdoba es un concentrado de lo más típico de Andalucía con ingredientes propios. Los bonitos patios que salpican el casco antiguo y espacios emblemáticos como la Calleja de las Flores rebosan de color y el aroma de miles de flores de marzo a mayo, mes en que se celebra la fiesta dedicada.
Una búsqueda del tesoro permite descubrir rincones pintorescos y multitud de influencias, que abarcan desde la cristina a la sefardí, pasando por la árabe y los movimientos más contemporáneos. Este sincretismo cultural se puede presentar a través de lugares pero también de interesantes mezclas musicales y gastronómicas.
A través de ellas, un viaje de incentivo en Córdoba se puede convertir en un recorrido lleno de interés por la historia y la cultura de varias civilizaciones. La gran cantidad de vestigios tangibles contribuyen a que la experiencia sea única y memorable.
Córdoba está llena de restos de un pasado glorioso que contribuyen al encanto presente de un destino que busca posicionarse en el mapa de destinos MICE. Para ello ofrece su propia historia: la de un lugar donde confluyen diferentes influencia y que se ofrece para el encuentro y el intercambio de ideas.
Más información:
ÁREA DE CONGRESOS DEL INSTITUTO MUNICIPAL DE TURISMO DE CÓRDOBA (IMTUR)
José Luis M. de Carvajal Rodríguez
Director
congresos@turismodecordoba.org
Tel. +34 957 201 774
www.turismodecordoba.org
Accede al contenido completo en la edición 52 de la revista PUNTO MICE: www.puntomice.com/punto-mice-52.