En el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol se está probando un nuevo tipo de escáner que permite a los pasajeros transportar líquidos y no tener que separar sus dispositivos electrónicos a la hora de pasar el control de seguridad. El software de los nuevos equipamientos analiza los bultos en 360 grados y con esto observar mejor el interior de los mismos sin necesidad de extraer determinados componentes. Aunque no haya necesidad de depositarlos en la bandeja de control por separado, los líquidos deben viajar en una bolsa de plástico y en cantidades inferiores a un litro.
Si las pruebas que se realizarán a lo largo de 2017 resultan concluyentes, los 67 puestos de control del aeropuerto holandés se dotarán de este sistema que se prevé simplificará y acelerará los controles de seguridad.