Filipinas – Puro incentivo

Filipinas es un universo de posibilidades compuesto por más de 7.000 planetas que rivalizan en belleza. Más conocido por las múltiples catástrofes naturales que se ceban en el destino que por su potencial para los grupos en incentivo, lucha por hacerse un hueco en el panorama MICE. Exotismo, magníficos paisajes, playas paradisíacas, atractivos culturales... se mezclan en torno a un mismo ingrediente: un sentido de la hospitalidad único.
9 de septiembre de 2024

El paraíso de las sonrisas

Por Eva López Álvarez

 

Exactamente son 7.107 las islas que componen Filipinas, que, a su vez se divide en 16 regiones dentro de tres áreas administrativas: Luzón, Las Visayas y Mindanao. Formando parte de la primera está la isla del mismo nombre en la que se encuentra la capital: Manila. Ejemplo perfecto de urbe asiática caótica y excesivamente poblada por vehículos de todo tipo, es la puerta de entrada a un país que invita a «saltar» de un punto a otro a través de una extensa red de conexiones domésticas.

No hay ninguna compañía que vuele directamente desde España y Latinoamérica al aeropuerto internacional Ninoy Aquino, ubicado a siete kilómetros al sur de la capital. Singapore Airlines opera desde Singapur un total de 28 vuelos semanales y es la aerolínea internacional que más destinos domésticos ofrece a través de su filial SilkAir: Cebú, Dabao y Kalibo, puntos de acceso a las maravillas naturales de Las Visayas, Mindanao y Boracay respectivamente. Desde Barcelona, la aerolínea vuela a Singapur cinco veces por semana. Los pasajeros procedentes de Sao Paulo, única ciudad operada en Latinoamérica, pueden conectar en Barcelona con destino al Sudeste Asiático tres veces por semana.

Saudia Airlines es otra de las compañías que apuesta por desarrollar el turismo de grupos de empresa en el país. Vía Arabia Saudita, opera desde octubre tres vuelos semanales que conectan España y Filipinas.

KLM, Emirates, Qatar Airways, Turkish Airlines, Korean Air, Thai Airways y Air China también ofrecen vuelos a Filipinas vía sus correspondientes hubs.

Luzón

Merece la pena dedicar al menos un día del programa para descubrir la herencia española en Manila: la Ciudad Amurallada, o Intramuros, fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1994. En esta urbe dentro de la urbe se instalaron hace 450 años los misioneros agustinos españoles que evangelizaron el país, actualmente único de Asia en contar con una población mayoritariamente católica.

El convento de San Agustín era el centro espiritual de la empresa evangelizadora española y hoy es un panteón que alberga las tumbas de Miguel López de Legazpi, expedicionario a las órdenes de Felipe II, y otras
personalidades filipinas, además de poseer una interesante colección artística correspondiente al llamado «período español».

Historia pura

También en Intramuros está el Fuerte Santiago, otra cita obligada en el recorrido basado en el descubrimiento de la historia y tradiciones hispánicas. También de la historia contemporánea filipina, por haber servido de cárcel al héroe revolucionario local José Rizal.

No son los únicos lugares en los que apreciar la influencia española que tanto han marcado el carácter filipino: con solo consultar la carta de un restaurante se puede comprobar hasta qué punto el vocabulario es testimonio vivo de dicha influencia.

Los cifras en español también han permanecido en el tagalo, principal idioma local, como herencia de la colonización. Si bien es la lengua más extendida, los locales dominan el inglés.

El Makati Shangri-La es la referencia del lujo en la capital y forma parte de los tres hoteles que tiene el grupo en la urbe: es una suerte de oasis dentro del vibrante distrito de Makati, donde se encuentran los mayores centros comerciales del país. Al tratarse del centro financiero de la capital, el barrio aglutina también interesantes propuestas para descubrir la gastronomía asiática en sus múltiples versiones. Cuenta con 696 habitaciones en 24 pisos. Como parte de los atractivos destinados a los organizadores de eventos empresariales, además de los 10 salones con capacidad hasta 1.540 delegados, el hotel cuenta con menús orgánicos elaborados en base a las propuestas de los productores locales.

En el patio del tercer piso se organizan sesiones de tai chi y yoga. En sus restaurantes, como en todos los del país, se aprecia la combinación de tintes chinos, indios e islámicos que, yuxtapuestos a la cultura española, dan lugar a una interesante identidad propia con la que los visitantes latinos se sienten familiarizados mientras disfrutan del exotismo asiático.

Ifugao

La mayor isla de Filipinas alberga además uno de los atractivos naturales más vistosos del país: las terrazas de arroz de las montañas de Ifugao, en el norte de la isla, también forman parte del patrimonio reconocido por la UNESCO, ya que fueron construidas por la tribu del mismo nombre hace 2.000 años. La aldea de Batad es el mejor punto para admirar esta maravilla natural. Hoy en día se aprecia cómo los campesinos locales siguen utilizando la red de manantiales de la zona para mantener irrigados los cultivos de arroz.

Esta región, situada a 665 kilómetros de la capital, alberga también propuestas relacionadas con el arte pre-hispánico de gran interés, como la escultura de madera que actualmente siguen desarrollando los lugareños. Baguio es el mejor lugar para descubrir este arte y adquirir creaciones locales.

No hay establecimientos hoteleros de alto standing: el Microtel Inn & Suites by Wyndham, con 60 habitaciones, es el más utilizado por los organizadores de incentivos que empiezan a apostar por la inclusión de esta zona en sus programas.

En el centro de Luzón, Zambales sigue siendo la residencia de los Aetas: para conocer la historia y costumbres de esta etnia nada mejor que compartir noche con ellos en una de las aldeas de montaña que habitan. Esta es, además, una zona de playas que reúne desde tranquilas calas a playas frecuentadas por los turistas locales.

Cabe destacar que la infraestructura es muy somera, solamente utilizada por algunos organizadores deseosos de impregnar el incentivo de autenticidad, simpleza y contacto con la población. Sin embargo, la gran cantidad de islas que salpica el litoral se presta a otro tipo de programas, con el desplazamiento en barco y la posibilidad de organizar actividades de team building en playas desiertas. Varios receptivos internacionales están contribuyendo a colocar a Filipinas en el mapa internacional de destinos MICE. Ovation cuenta con una delegación en el país.

Legazpi

Es otro destino de postal gracias al volcán Mayon, con su perfecta forma cónica. Desde el cráter, a 2.400 metros de altura, se aprecian magníficas vistas sobre el golfo de Albay. De camino a él, el campanario de Cagsawa permanece impasible como testimonio de las múltiples, y algunas devastadoras, erupciones del volcán. Otra particularidad de la zona es lo que se ve bajo el agua: durante casi todo el año los tiburones ballena habitan las aguas de Donsol.

Boracay

Si bien es pronto para hablar de «clásicos» en un destino que empieza a asomar en el horizonte de los incentivos, Boracay es hoy por hoy el complemento a Manila más demandado. A una hora de vuelo de la capital, es la isla más turística de Filipinas gracias a sus playas de arena blanca y agua transparente.

Forma parte del sub-archipiélago de Las Visayas. El mejor momento para disfrutar de este pequeño paraíso de 10 km² es la «estación seca», de noviembre a mayo. Las puertas de entrada son los aeropuertos de las islas vecinas de Catclan y Kalibo, con traslado posterior en bangka, las barcazas típicas locales utilizadas para transfers y excursiones marítimas con parada en algunas de las 30 playas que cuenta Boracay. La más conocida, y aquella que concentra la vida nocturna en las épocas de mayor afluencia turística, es White Beach.

No solo es un paraíso del dolce far arniente y el buceo: otros deportes más dinámicos como el kitesurf ganan adeptos de noviembre a marzo, cuando se registran los mayores vientos.

Palawan

Resulta difícil elegir la playa más bonita de Filipinas. Sin duda, muchas de Palawan merecen formar parte de la lista de las más fotogénicas. Partiendo de El Nido, una excursión de un día permite ver algunas de las más llamativas y bucear entre coloridos corales, en las aguas siempre transparentes de las lagunas creadas por los omnipresentes islotes de roca negra. Sin duda, esta es una jornada que dejará huella en las retinas de los participantes, tanto dentro como fuera del agua.

Puerto Princesa es el aeropuerto con más frecuencias para quienes visitan Palawan aunque el transfer en autobús implica al menos cuatro horas de trayecto. A cinco kilómetros del El Nido está el aeródromo de Lio, con conexiones directas con Manila. Corón, en la parte norte, hará las delicias de los submarinistas, en botella o durante agradables salidas para hacer snorkelling.

Los alojamientos más exclusivos de la zona pertenecen a El Nido Resorts, que cuenta con cuatro complejos de playa en Palawan. El más codiciado es el eco-resort de la isla de Pangulasian, que cuenta con 42 bungalós entre una playa paradisiaca y la selva tropical. Las mejores vistas del atardecer se disfrutan desde el complejo de la isla de Lagen, que incluye 50 bungalós, spa, un espacio para eventos que puede albergar hasta 70 personas y centro de deportes acuáticos que se pueden practicar en la bahía sobre la que se sitúa este hotel emblema del lujo local.

Cebú

Conocida por ser el lugar donde Magallanes implantó la cruz que aún hoy se conserva y ser la ciudad más antigua de Filipinas, el mayor interés de Cebú radica en ser un hub nacional ya que se trata de la segunda ciudad en población y un importante puerto industrial y comercial: además de contar con un aeropuerto internacional su situación geográfica, en el centro del archipiélago, hace de la ciudad escala obligada en muchas rutas domésticas, ya sean en avión o ferry.

De aquí parten, entre otros, vuelos con destino al sureste, a la isla de Bohol: los grupos aterrizan en Tagbilaran, la capital de esta isla que es hoy por hoy uno de los destinos más pujantes entre aquellos que ya han conocido las playas y buscan autenticidad, contacto con la población local y bonitos paisajes.

El más emblemático es el de Chocolate Hills, una curiosa formación geológica compuesta por 1.200 colinas redondeadas que cambian de color según el de la vegetación que las cubre.

Bohol es además hábitat de uno de los animales más sorprendentes del planeta: el tarsier. Se trata del primate más pequeño del mundo y se caracteriza por los grandes ojos, dotados en realidad de enormes órbitas al no disponer de capacidad para girarlas. Se puede observar en el pequeño santuario que se recorre mediante visitas guiadas de la mano de voluntarios de todo el mundo.

Desde Bohol se puede recorrer en barco la distancia que separa esta isla de Panglao, con playas que también se disputan las mejores plazas entre las más vistosas del país. Filipinas es uno de esos destinos de ensueño repleto de playas candidatas a ser reconocida como la más bonita del mundo.

Cada isla tiene su encanto si bien solo algunas están preparadas para recibir a grupos. Ojalá la espontaneidad a la hora de recibir, y sobre todo de sonreír, se mantenga en un destino que lo tiene todo para ser referencia de esos incentivos en los que el mayor recuerdo es haber visitado el paraíso.

 

Accede al reportaje completo aquí: https://puntomice.com/wp-content/uploads/2020/02/PUNTO-MICE-7.pdf.

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