Picante como su plato estrella: el pollo en salsa Jerk. Dulce como los campos de caña de azúcar. Fuerte e intensa como su ron. Infinita como sus paisajes, ya se mire al mar o a la montaña. Jamaica tiene banda sonora: el reggae; y sabor propio con el café de las Blue Mountains. Como remate, buen ojo para el turismo de reuniones.