LA ISLA VIVA
Por Eva López Álvarez
La isla de La Palma, una de las ocho que componen el archipiélago de las Canarias en el Atlántico español, acaparó portadas y titulares en 2021. El mundo siguió en directo la erupción que comenzó el 19 de septiembre a las 14h10 y que redefinió el paisaje de la zona oeste de la isla.
Las conexiones aéreas, afectadas por la pandemia y por la erupción, tardan en recuperarse, pero actualmente las perspectivas son optimistas. Además de las múltiples –y cortas– escalas posibles en Tenerife, a los actuales vuelos directos –de Iberia desde Madrid y de Vueling desde Barcelona y Bilbao–, se suma la apuesta de la compañía local Binter Canarias por mejorar la accesibilidad del destino desde otras islas del archipiélago.
Variedad de paisajes
El viajero se sorprende antes de aterrizar con el perfil tan montañoso de una isla de tan solo 708 km². El único aeropuerto de entrada se encuentra al lado de su capital, Santa Cruz de La Palma. Entre el aeródromo y el centro urbano, el hotel H10 Taburiente Plaza es un cuatro estrellas que se sitúa al borde de los negros acantilados volcánicos, ante el paseo que conduce a la playa de Los Cancajos. Con 434 habitaciones, incluyendo las suites reformadas en 2017 que componían un edificio de apartamentos anexo, cuenta con tres salones para eventos, todos con luz natural, 200 personas en teatro pueden asistir a una presentación en el mayor. La zona de la piscina se ofrece para cócteles.
Santa Cruz
La capital de La Palma vivió un pasado glorioso en el siglo XVI y prueba de ello es la gran cantidad de palacios que salpican sus calles. Son testimonio de la época en la que, junto con Amberes y Sevilla, la ciudad completaba el trío de los tres puertos oficiales de la corona española.
Por ese motivo fue un destino codiciado por los piratas que surcaban el Atlántico en busca de las riquezas que llegaban del Nuevo Mundo. Precisamente una reproducción de los antiguos navíos es hoy uno de los espacios singulares de la ciudad: el Museo Naval sirvió originalmente de carroza para la famosa Procesión del Diálogo entre el Castillo y la Nave de Nuestra Señora de las Nieves, una tradición que cada cinco años tiene lugar en el verano local. Hoy alberga cócteles de hasta 90 personas en este curioso barco varado en tierra.
La Fortaleza Santa Catalina también se ofrece para eventos con buen tiempo y sin viento, ya que no tiene opciones a cubierto
El Centro Cultural Fundación Caja Canaria es uno de los palacios de Santa Cruz y su patio se ofrece para presentaciones con hasta 70 participantes en teatro. El salón de actos, con entrada independiente, cuenta con 90 asientos.
El Palacio de Salazar también ofrece un bonito patio. En su sala más noble se organizan sesiones de hasta 90 asistentes.
El Teatro Circo de Marte tiene 450 plazas de auditorio, aunque la visibilidad ideal se asegura para 300 personas. Antes de ser venue tuvo muchas vidas: fue sede de peleas de gallos, patio y huerto de un convento dominico… hasta ser hoy un teatro de inspiración italiana.
El Teatro Chico es otro lugar lleno de encanto e historia en el casco antiguo de Santa Cruz. Inaugurado en 1714, fue primero una iglesia, después funcionó como hospital hasta convertirse en convento, para dar nacimiento a un teatro en 1837. De hecho, llegó a ser la primera iglesia de la ciudad, sus entrañas aún esconden el arco original que servía de entrada. Hoy el recinto es una suerte de teatro de cuento de hadas con 150 plazas.
Las facilidades que otorga el Ayuntamiento a la hora de utilizar espacios públicos hacen que la capital se ofrezca como venue en su totalidad. La Plaza de Santo Domingo puede ser el espacio de un cóctel que se acompañe de un concierto de música clásica en la iglesia.
Una búsqueda del tesoro por las calles de Santa Cruz permite descubrir lugares llenos de encanto a través de sus plazas, siendo posible involucrar al comercio local a través de algún distintivo. La foto que no debe faltar es la de los balcones de la Avenida Marítima. La Plaza de España está considerado como el mejor conjunto renacentista de Canarias.
En las alturas de esta zona de la isla, el Parador de La Palma es un hotel de cuatro estrellas inspirado en la arquitectura isleña e inaugurado en 1999. Cuenta con 78 habitaciones, aunque cuando termine el actual proceso de reforma, seis de elllas habrán desaparecido fruto de la construcción de nuevas junior suites. Todas tienen terraza. La mayor capacidad para banquetes es de 200 comensales, combinando la terraza y un salón interior. En el salón-biblioteca se celebran comidas de hasta 24 personas.
En el amplio jardín botánico se organizan búsquedas de tesoros locales y sesiones de taichi. Alberga un anfiteatro para cócteles de hasta 30 invitados.
También en esta zona, el Museo del Puro Palmero y Fiesta de las Cruces es un espacio municipal que se ofrece como venue. Cada año, el día 3 de mayo las cruces amanecen decoradas. Algunos de los ejemplos más llamativos se presentan en este espacio.
También presenta el vínculo de la isla con el tabaco. Con la emigración a Cuba de los palmeros, nació una tradición de cultivo que en muchos casos servía como aporte extra para las economías familiares gracias a las muchas mujeres que enrollaban puros.
Actualmente aún se mantienen siete marcas artesanales –ante las 90 que llegaron a existir– que mantienen el proceso original, desde la semilla hasta el secado.
Hacia el norte
En los alrededores de Santa Cruz, Finca La Principal es una construcción típicamente insular protegida ampliada en el siglo XIX. La gran cantidad de flores Strelitzia (también conocida como «ave del paraíso») decoran los eventos que se pueden organizar aquí. Especialmente llamativo es un cóctel que coincida con la caída del sol. Hasta 160 personas pueden disfrutar de un banquete en el paseo de aguacates centenarios. Otro espacio más grande, también en plena naturaleza, se utiliza para operaciones de hasta 300 invitados.
La Ecofinca Nogales es un lugar de producción ecológica que recibe eventos de hasta 300 invitados. En la parte interior, con vistas a la plantación y el océano, puede albergar 170 personas sentadas. Cuenta con un espacio de showcooking donde degustar plátanos, papayas, mangos… recolectados directamente para la ocasión.
Muy cerca, Casa Yanes es un espacio muy singular, especialmente llamativo cuando cae la noche. Construida en 1894, esta casona se inspira en un pabellón que la embajada de Siam construyó con motivo de una Exposición Universal. Su propietario era el armador del primer barco comercial que realizó un viaje comercial a las Antillas. La familia sigue conservando el lugar con parte de su mobiliario de origen francés. La antigua cancha de tenis es ahora un patio para eventos junto a la bonita bodega.
Naturaleza única
El llamado Bosque de los Tilos ha sido reconocido como Reserva de la Biosfera y adentrarse en él es como hacer un viaje a los escenarios de la saga Parque Jurásico. La visita se suele programar como excursión de una media jornada con salida desde Santa Cruz, a una hora de distancia por una espectacular carretera panorámica.
Es uno de los paraísos de la laurisilva, un tipo de bosque caracterizado por la gran cantidad de helechos gigantes, líquenes… y los miles de verdes que genera una atmósfera húmeda propia de la Macaronesia –área geográfica formada por los archipiélagos de Madeira, Azores, Cabo Verde y Canarias–.
La excursión se suele completar con la visita del pueblo de San Andrés, bordeando piscinas naturales hasta la destilería Ron Aldea. Ya son cuatro las generaciones que se dedican a producir esta bebida que se puede degustar tras una interesante explicación sobre su elaboración.
La historia más antigua de La Palma se descubre en el Parque Arqueológico El Tendal, junto a la cueva que habitaron los benahoaritas. Es el término que denomina al pueblo aborigen que poblaba la isla antes de 1492 y ha sido vinculado a las comunidades de bereberes del norte de África.
El sendero hacia la cueva, cuyo interior no se visita, sirve para explicar, mediante algunas paradas, qué caracteriza a la flora endémica canaria y las plantas que las tribus aborígenes utilizaban.
Los cambios de paisaje decoran el trayecto que conduce desde el nivel del mar al Roque de los Muchachos, a 2.426 metros de altura. Y es que la isla, de tan solo 50 kilómetros de largo por 28 de ancho, es uno de los lugares del mundo con mayores desniveles en tan poco espacio. Los locales miden las distancias en «minuto por kilómetro».
De camino, los bosques de pinos y las impresionantes gargantas amenizan un trayecto con el océano siempre presente. A finales de mayo florece la vegetación local, siendo especialmente llamativa gracias a los blancos de la retama, el rosa de los tajinastes…
Al final de la hora y media de recorrido panorámico en autobús desde la capital, los pinos desaparecen y dejan paso a un paisaje teñido de naranja a causa del hierro presente en la tierra. Precede a los grises y negros de la extensión volcánica de la cima.
El Centro de Visitantes del Roque de los Muchachos fue inaugurado hace dos años con el fin de fomentar el conocimiento de la astrofísica y fomentar el «astroturismo». Además de un recorrido interactivo, cuenta con una zona para que los grupos puedan, durante el día, observar el sol mediante un telescopio adaptado. Las vistas durante el día son realmente impresionantes, aunque difícilmente superables por las nocturnas. Grupos de hasta doce personas pueden observar los millones de estrellas de la mano de un guía certificado Starlite.
Algunos espacios del Centro de Visitantes, como el de las exposiciones temporales con terraza exterior, se ofrecen para eventos con vistas panorámicas. El restaurante, también panorámico y con terraza, se utiliza para banquetes de hasta 180 invitados.
Al final del día son numerosos los grupos que ascienden al Roque de los Muchachos para ver el atardecer y la apertura de los telescopios. Estos se visitan durante el día. En la zona hay actualmente 22.
El Gran Telescopio Canarias (GranTeCan), con un espejo óptico de 10,4 metros de diámetro, es el telescopio óptico más grande del planeta. También uno de los mejores lugares en el mundo para observar objetos muy lejanos.
El motivo es que los telescopios necesitan que la luz de las estrellas incida en ellos de la manera menos perturbada por agentes externos posible. La influencia de los vientos alisios y el anticiclón de las Azores hacen que una media de 330 noches al año sean consideradas óptimas para la observación. En otros lugares del planeta como Hawai y Chile es posible lograr una observación del cielo de esta calidad. La gran diferencia de La Palma es que la ofrece a 2.000 metros de altura, en lugar de a 4.000.
GranTeCan, inaugurado en 2009, ofrece visitas guiadas para grupos de hasta 22 personas, con una duración media de 45 minutos. Según el perfil de los invitados, se proponen visitas técnicas y VIP. Algunos de los espacios ya se han utilizado para presentaciones y lanzamientos de producto en un entorno, cuanto menos, singular.
La luz que recibe el GranTeCan procede de objetos tan alejados que el viaje de la luz que emiten comenzó hace 15.700 millones de años, por lo que permite obtener respuestas sobre la creación del universo conocido.
La riqueza natural de La Palma no se reduce aquí al Roque de los Muchachos y su actividad astrofísica. El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente es un enorme circo volcánico de ocho kilómetros de diámetro donde realizar rutas de senderismo que figuran entre las mejor consideradas del archipiélago canario.
Oeste insular
Subir desde Santa Cruz al Roque de los Muchachos por el lado este y regresar a la capital por el oeste es más que un camino panorámico. La carretera panorámica atraviesa paisajes de viñedos en terrazas, con pinos de hasta 40 metros de altura poblando los pronunciados barrancos.
Los grises que emanan de la actividad volcánica van apareciendo. Y es que La Palma es un libro abierto de geología. El sur de la isla nació hace tan solo dos millones de años, por lo que aún se encuentra en formación.
Desde el Mirador El Time se aprecia perfectamente la envergadura de las coladas que redefinieron en estos últimos años la fisonomía de la isla. Parte de ellas invadieron las coladas del volcán San Juan, que entró en erupción en 1949. En el Centro de Interpretación Caños de Fuego es muy fácil entender un proceso que se puede observar a simple vista.
Es posible acceder al interior de un túnel creado por la lava antes de un cóctel en la terraza que ofrece magníficas vistas del volcán nuevo y el de San Juan.
«Volcán nuevo»
A consecuencia de la erupción volcánica de 2021 la parte oeste de la isla, con mejor clima, dejó de ser el centro turístico y los viajeros se trasladaron al este. Hay zonas a las que todavía no es posible acceder por las emisiones de gases que aún se producen, pero poco a poco se están creando nuevas carreteras que permiten atravesar las coladas de lava –aunque para algunos sea a costa de la destrucción de un paisaje único–. Puerto de Tazacorte sigue siendo el puerto de salida para la observación de cetáceos, una actividad que se propone todo el año.
Esta parte de la isla parece un mar de plataneras que cae al océano. Entre ellas, el hotel Hacienda de Abajo es un lugar emblemático por la gran cantidad de obras de arte que aglutina. Cuenta con 1.300, por lo que supera a muchos museos. Tiene 32 habitaciones, todas diferentes. La suite también se ofrece para cenas de 24 comensales y cuenta con terraza. En la plaza de la capilla, con entrada propia, 150 invitados pueden participar en una recepción. En el área de la piscina se sirven cócteles para 75 personas.
Es posible cubrir la piscina y organizar un banquete en medio de los jardines de la propiedad. En realidad, estos jardines del hotel constituyen el segundo parque botánico de la isla en número de variedades de plantas. La intención de su creador fue recrear el entorno bíblico de Adán y Eva. El restaurante El Sitio, con 34 cubiertos, ofrece cocina Km 0 inspirada en las recetas más locales con un toque internacional. Los antiguos lavaderos ocupan un espacio junto al hotel, bajo la Casa de los Mártires, donde ya sea han organizado cócteles al aire libre con 125 asistentes y el océano de fondo.
La Palma Princess es el complejo hotelero más grande de la isla, con 484 habitaciones. Inaugurado en 2004 y a 45 minutos del aeropuerto, está rodeado por el mar de plátanos y cuenta con una zona solo para adultos. Denominada Esencia de La Palma by Princess Hotels, cuenta con 141 habitaciones, todas con balcón o terraza y bañera y ducha.
El complejo está dotado de seis restaurantes. Un gran patio precede a una antigua recepción y se ofrece para grandes eventos. Para presentaciones, el hotel cuenta con una sala para 300 personas en teatro. Situado a 1,5 kilómetros de la playa, tiene 11 piscinas, cuatro de ellas only adults. El gran spa incluye circuito hidrotermal, salas de tratamientos y cinco cabinas de masaje. Lo completan un amplio gimnasio de 500 m². para 300 personas en teatro. Situado a 1,5 kilómetros de la playa, tiene 11 piscinas, cuatro de ellas only adults. El gran spa incluye circuito hidrotermal, salas de tratamientos y cinco cabinas de masaje. Lo completan un amplio gimnasio de 500 m².
Un destino protegido
La Palma es la quinta isla en tamaño del archipiélago de las Canarias, con volcanes históricos sobre los que se puede caminar, bosques de laurisilva con cascadas en las que refrescarse, unos cielos únicos en el mundo… al ser la segunda isla más alta de Canarias, aquí se pueden recorrer todos los pisos de vegetación que se encuentran en las islas.
El hecho de ser un destino turístico Starlite conlleva un alto nivel de protección. Para recibir el certificado, es necesario acreditar los medios para garantizar la protección del cielo, además de contar con infraestructuras y actividades relacionadas con la actividad turística bien integradas en el entorno nocturno. En 1989 se promulgó una ley destinada a controlar la contaminación lumínica, incluyendo un control sobre la actividad del aeropuerto y el funcionamiento de las industrias locales a partir de una altitud determinada.
Por eso no hay ninguna fábrica por encima de los mil metros de altura.
Si bien con el nacimiento del nuevo volcán y la enorme curiosidad que aún despierta, la temporada baja tiende a difuminarse, La Palma cuenta con un atractivo para los organizadores de incentivos: su temporada más baja coincide con la más alta del sector.
En los meses de mayo, junio, septiembre y octubre, los hoteles ofrecen mejores precios y es más fácil circular por el destino. Algo a tener muy en cuenta dado el ancho de las carreteras.
La Palma sorprende por la gran riqueza que aglutina en tan poco espacio. El carácter poco turístico desde el punto de vista vacacional ha servido hasta el momento para proteger un sincero sentido de la hospitalidad.
Con una edad estimada de dos millones de años, a La Palma aún le queda mucho por crecer. También desde el punto de vista MICE. Pero ya tiene todo lo necesario para que un viaje de recompensa se convierta en un recorrido por la naturaleza inolvidable.
Un volcán sin nombre
El “volcán nuevo” de La Palma es en realidad el nombre que se ha extendido entre los visitantes, porque en pocos lugares del mundo se puede observar un fenómeno geológico de tal magnitud y con tan poca antigüedad. En el momento de su nacimiento, los locales se referían a él como el Volcán de Cumbre Vieja, aunque este es en realidad el nombre del parque natural donde se abrió el nuevo cráter.
Finalmente, el nombre más votado en una consulta popular fue Volcán de Tajogaite, elegido por encima de otras denominaciones como Volcán de la Desgracia o Cabeza de Vaca.
Sin embargo, oficialmente aún es anónimo, ya que las autoridades locales aún no lo han registrado. A pesar de no poder llamarlo por un nombre reconocido, los viajeros pueden acercarse a las coladas de lava que se crearon tras 85 días en erupción. Más de 45 millones de m³ de material piroclástico emanó durante unos días inolvidables y cuyo desarrollo se puede ver a simple vista en el Centro de Interpretación Caños de Fuego.
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